Aquí es donde uno de los factores más importantes a cuidar si tienes Hashimoto, es la dieta.
Cuando fui con mis primeros médicos y endocrinólogos, nunca escuché a nadie mencionar la importancia del intestino en las enfermedades autoinmunes.
El tratamiento típico y más común para Hashimoto es tomar Levotiroxina, analizar los niveles de TSH cada 3 meses y ajustar si es necesario y ya está.
Bueno, si has leído algún otro de mis posts sobre la Tiroiditis de Hashimoto o los Síntomas Psicológicos de Hashimoto, pues eso es una mierda.
O parcialmente.
Lo que comes es crucial para curar el Hashimoto, o al menos para reducir los síntomas que puedas tener.
Cada individuo tiene su propio microbioma y su respuesta inmunitaria será diferente según su organismo.
Así que aquí es donde quiero remarcar la importancia de una dieta Hashimoto personalizada.
Si ya estás buscando en Google la Dieta Hashimoto, para ver si hay alguna recomendación que puedas obtener de diferentes sitios web, déjame decirte que realmente no están tomando en cuenta tu singularidad.
La mayoría de las recomendaciones en línea son recomendaciones generales para una dieta de Hashimoto.
Busqué ideas de desayunos para Hashimoto, pero en algunos mencionaban incluir huevo, y en realidad no puedo comer huevo según mi prueba de sensibilidad a los alimentos.
Así que mi primera recomendación es, por supuesto si está en tus posibilidades, ir con un médico de medicina funcional, o un médico altamente especializado que pueda pedirte un test de sensibilidades alimentarias que te muestre cuáles son las que te generan una reacción autoinmune.
Recordatorio: Tomen este artículo como un consejo amistoso, no médico, no soy médico, pero apuesto a que ya tengo más experiencia que muchos médicos convencionales que no están curando a las personas y sólo las están defraudando.