Publicidad engañosa, ¿cómo no caer en la trampa?
Todos alguna vez hemos caído en la trampa de la publicidad engañosa. Y es que precisamente la misma está ideada de manera tal que casi nadie pueda escapar de sus garras.
En este artículo queremos no sólo contarte qué es la publicidad engañosa, sino también un par de ejemplos que te ayudarán a reconocerla de inmediato.
- Redaction Team
- Marketing Digital, Redes Sociales
¿Qué es la publicidad engañosa?
Cuando hablamos de publicidad engañosa estamos haciendo referencia a aquella que, en el apuro de vender más, tergiversa o falsea información, usualmente prometiendo aspectos incomparables.
Quizá hayas escuchado hablar de ese producto que fue lanzado al mercado pregonando características únicas, cuando en realidad posee las mismas que cualquier otro de su tipo de mercado. Dejando de lado el hecho de que la publicidad tiene una finalidad informativa, sin importar qué tan simplificada esté la misma.
Lo que esperan las personas saber al prestarle atención a cualquier tipo de publicidad que se encuentren es qué es el producto, o servicio, cuáles son los usos que se le pueden dar, o las ventajas que nos puede ofrecer como consumidores, en qué nos podría beneficiar en comparación a otros, entre otros puntos.
El origen de la publicidad engañosa podría verse en la necesidad que tienen algunos de tomarse la publicidad no desde un punto de vista informativo, sino de querer convencer al consumidor de que opte por ellos, sin preocuparse siquiera de educarle sobre su producto o servicio.
Esta es una postura completamente errónea, pero sí que muchos la han estado utilizando desde hace y una gran cantidad de años con la intención de justificar las exageraciones, o mentiras, que se viven en sus campañas. Algo que, en realidad, no tiene ningún tipo de justificación, o necesidad.
Incluso, muchos proveedores se escudan bajo el pensamiento que los usuarios no necesitan necesariamente recibir toda la información adecuada y veraz de un producto, o servicio. Por lo que ellos sienten la libertad de modificarla lo más posible para intentar hacerla sólo “un poco más atractiva”. Algo que no es cierto.