La definición de modelo de negocio nos habla sobre una herramienta previa al plan de negocio que da la posibilidad de que se pueda definir, con total claridad, lo que se le ofrecerá al mercado.
Entendiendo entonces que algunos de los puntos que son más importantes de definir en ese momento es cómo se va a realizar la oferta, cuál es el público al que se le espera vender, y de qué forma serán generados los ingresos.
Podemos entonces afirmar que se trata de una herramienta de análisis que da la posibilidad no sólo de saber quién eres, sino cómo lo hacer, cuál es el coste, los medios que necesitas emplear, y también las fuentes de ingreso que se tendrán en relación a todo lo anterior.
Muchos expertos afirman que la importancia de definir un modelo de negocio recae en el hecho de que este actúa como un ADN, en donde no sólo te permitirá ver cómo todo está hecho, sino abrirte las puertas hacia la modificación, permitiéndote siempre pulir, cambiar e, incluso, moldear.
Un error común cuando se está hablando sobre estos modelos es encerrar la idea y decir que sólo se trata de la forma que posee una empresa para ganar grandes cantidades de dinero. Y, aunque sí puede ser tomado de esta manera y ser un acierto, todo va más allá.
Los modelos de negocios que funcionan en la actualidad son los que crean un valor para el cliente.
Esto quiere decir que poseen una propuesta de valor clara, capaz de llegar al cliente, de marcar la diferencia, y de establecer lazos fuertes con el mismo, llegando a fidelizar y haciéndolos sentir de forma especial.