Es evidente que aunque existan concepciones claras sobre la moral y el comportamiento ético, queda completamente de parte de las personas escoger la forma en que actuarán frente a ciertas situaciones.
Adicionalmente, es conveniente puntualizar que aunque el método científico implica dejar a un lado los prejuicios, no significa que la ciencia y la tecnología están exentas de la ética, especialmente porque ambas inciden de manera relevante en el sector ambiental y social.
Para nadie es un secreto que el abuso de la ciencia y la tecnología en ciertos momentos de la historia ha generado destrucción y es frecuente que en estas áreas del conocimiento se tiendan a manejar este tipo de situaciones como si fueran consecuencias inevitables, cuando en realidad no lo son.
Al evaluar los efectos negativos que han generado la ciencia y tecnología en nuestro planeta, es evidente que no siempre se ha mantenido un comportamiento acorde con la ética.
Esto pone en perspectiva la importancia que tiene la ética empresarial en campos como la ciencia y la tecnología, cuyo alcance es verdaderamente amplio y amerita, por lo tanto, un comportamiento adecuado para prevenir efectos colaterales y daños irreversibles a otras personas y al planeta en general
La ciencia y la tecnología en sí mismas no representan amenazas a la vida humana, todo depende de cómo sean utilizadas por parte de las personas.
Por ejemplo, aunque son importantes en la actualidad las actividades que se llevan a cabo en las plantas nucleares, es bien sabido que afectan a la salud de las personas. Por lo tanto cabe preguntarse ¿por qué no se han propuesto soluciones efectivas antes de poner en práctica el uso de estas tecnologías tan perjudiciales?
En muchas ocasiones, este tipo de problemas de salubridad o ecología se suelen intentar minimizar con el uso de otras tecnologías que también revisten efectos dañinos para la vida o se pretenden mostrar cómo consecuencias inevitables cuando en realidad sí podrían prevenirse, priorizando el comportamiento ético por encima de los beneficios de otra índole.