Actualmente, la vida cotidiana gira en torno a las redes sociales y la presencia virtual, por lo que es cada vez más frecuente orientar las estrategias de marketing a este medio.
En tal sentido, contar con el apoyo de un Brand Ambassador puede ser una de las mejores decisiones para que tu emprendimiento crezca.
Un Brand Ambassador, como se le conoce popularmente a un embajador de marca, es una persona que representa a una empresa o negocio frente al público. Esto quiere decir que se trata de una imagen o figura cuyos valores y actitudes son afines a aquellos con los que se identifica cierto emprendimiento en particular.
En principio no debe tratarse de una figura pública reconocida como actrices, actores u otros miembros del medio artístico, puede ser una persona cuyos valores sean compartidos con los que la marca enaltece, haciéndose popular representando la imagen de la empresa.
Evidentemente, la mitad del trabajo se encuentra realizada cuando se emplean figuras reconocidas por el público, de manera que los usuarios enseguida pueden identificarlas y asociarlas a la marca en particular.
Sin embargo, esto no significa que una persona que no sea conocida en el medio no pueda ser un Brand Ambassador, sino que el público tardará más en asociar a la figura con la marca.
Además de esto, la moral y los valores de aquellos que se convierten en Brand Ambassadors de una marca deben ser intachables, pues si su reputación se mantiene en alto o se quebranta, lo mismo ocurre con la imagen de la empresa ante los ojos del público.
Por otro lado, el término Brand Ambassador es algo nuevo pero su concepto no, pues desde que existe la publicidad, también lo hacen las figuras que representan a las marcas.
Esto se debe a que quienes en principio estudiaron el comportamiento del público frente a las estrategias de marketing, notaron la efectividad de asociar un personaje famoso con cualquier empresa y a partir de allí han explotado esta ventaja.
Estas estrategias se convirtieron en algo muy popular en los 80; sin embargo, su uso se mantuvo relativamente estancado hasta la actualidad, cuando la llegada de la pandemia del Covid-19 obligó a muchos a trasladar sus trabajos, estudios e incluso vida social al ámbito digital.
Esta nueva modalidad de vida impulsó también el comercio a través de internet, haciendo que los usuarios deban adquirir todo por este medio y dando oportunidad a las empresas con presencia virtual de utilizar la figura del Brand Ambassador en su beneficio.
Los embajadores de marca o Brand Ambassadors como se les conoce en el medio digital, deben gozar de ciertos aspectos particulares para poder mantener esta figura y las exigencias que implica.
El impacto de un Brand Ambassador sobre una empresa es innegable y puede resultar positivo o negativo, dependiendo de qué tan bien se elija a la figura o imagen de la marca y el comportamiento de esta ante el público.
Cuando un Brand Ambassador hace una buena representación de los valores de la marca y las estrategias de marketing de la empresa se orientan adecuadamente, el impacto de esta figura puede resultar muy positivo para ambas partes.
Por un lado, la empresa de beneficia al crecer, aumentar sus ventas y volverse visible y reconocida entre al público objetivo, mientras que por otro, la figura del Bran Ambassador puede sacar ventaja de la atención de los usuarios e impulsar su fama.
Sin embargo, cuando las estrategias de marketing fallan y la figura del Band Ambassador es negativa, tanto la empresa como la persona que representa a la marca se verán, sin duda, afectadas negativamente.
Desarrollar la figura del Brand Ambassador en una empresa es fundamental, ya que proporciona valiosos beneficios a la marca como la credibilidad frente al público, generando confianza e inspirando a los usuarios a fidelizarse.
Cuando la figura del Brand Ambassador muestra empatía con el público objetivo de la marca logra ganarse su respeto, despertar la confianza y el interés. Finalmente, en conjunto con las estrategias de marketing digital, es posible captar nuevos clientes, fidelizarlos y convertirse en parte del estilo de vida del consumidor.
Un Brand Ambassador puede transformar la imagen de una marca para que pase de ser invisible ante los ojos de los usuarios, a convertirse en el más popular y vistoso negocio o emprendimiento.
Es común que muchos de los usuarios no reconozcan una marca hasta que se le asocia con cierta imagen o figura famosa que la representa, por lo que supone una estrategia especialmente provechosa para cualquier empresa.
