7 Diferencias entre grasas y aceites

Las grasas y los aceites son componentes esenciales de la dieta humana, ya que sirven como fuentes de energía, ácidos grasos esenciales y contribuyen a la absorción de vitaminas liposolubles. Aunque a menudo se agrupan como «lípidos», difieren en sus características físicas, estructura química e impacto en la salud. Comprender la diferencia entre grasas y aceites es clave para tomar decisiones dietéticas informadas y controlar los niveles de colesterol, la salud cardiaca y el bienestar general.

Differences Between Fats and Oils
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Estado físico a temperatura ambiente

La diferencia más inmediata entre grasas y aceites es su estado a temperatura ambiente.

Las grasas son sólidas a temperatura ambiente, mientras que los aceites son líquidos a temperatura ambiente. Esta distinción se debe principalmente a los tipos de ácidos grasos que contienen. Las grasas contienen ácidos grasos saturados, que se empaquetan fuertemente, lo que las convierte en grasas sólidas. Los aceites, en cambio, son ricos en ácidos grasos insaturados, que contienen dobles enlaces que crean pliegues en las cadenas de ácidos grasos, impidiendo el empaquetamiento apretado y haciendo que los aceites sean líquidos viscosos.

Ejemplos de grasas sólidas son la mantequilla, la manteca de cerdo y el aceite de palma, mientras que los aceites vegetales, como el aceite de canola y el aceite de oliva, suelen ser líquidos a temperatura ambiente.

Fuente: Animal vs. Vegetal

Las grasas y los aceites difieren en sus fuentes primarias. Las grasas proceden principalmente de la grasa animal, mientras que los aceites se elaboran a partir de fuentes vegetales.

Las grasas animales tienen un alto contenido en grasas saturadas y colesterol, que pueden elevar las LDL (lipoproteínas de baja densidad), el llamado «colesterol malo«. Algunos ejemplos son el sebo, la mantequilla y la nata. Por el contrario, los aceites -especialmentelos elaborados a partir de frutas o semillas, como el de aguacate, canola y girasol-suelen tener un alto contenido en ácidos grasos insaturados y no contienen colesterol.

Estos aceites comestibles pueden ayudar a reducir el riesgo de cardiopatías al reducir los niveles de colesterol LDL y aumentar el colesterol bueno HDL, especialmente cuando se utilizan para sustituir las grasas saturadas en la dieta.

Estructura química y composición de ácidos grasos

Químicamente, tanto las grasas como los aceites son triglicéridos, moléculascompuestas por tres unidades de ácidos grasos unidas a un esqueleto de glicerol. La diferencia estructural clave radica en el tipo de ácidos grasos que contienen.

Las grasas son ricas en ácidos grasos saturados, que no tienen dobles enlaces en su estructura. Estas cadenas rectas permiten que las moléculas se empaqueten estrechamente, haciendo que la grasa sea sólida a temperatura ambiente.

Los aceites, en cambio, tienen un alto contenido en grasas insaturadas. Entre ellas están las grasas monoinsaturadas (con un doble enlace) y las poliinsaturadas (con dos o más dobles enlaces). Estos ácidos grasos ins aturados son los que hacen que los aceites sean líquidos viscosos compuestos por moléculas poco compactas, lo que los mantiene líquidos a temperatura ambiente.

Efectos sobre la salud y niveles de colesterol

El tipo de grasa que consumes tiene un impacto significativo en tus niveles de colesterol y en el riesgo de enfermedad cardiaca y accidente cerebrovascular.

Las grasas saturadas y las grasas trans, que suelen encontrarse en las grasas animales y los aceites hidrogenados, tienden a elevar el colesterol LDL, aumentando el riesgo de padecer enfermedades cardiacas.

En cambio, las grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas -en particularlos ácidos grasos omega 3 y omega 6- ayudan a reducir el colesterol malo LDL y favorecen el colesterol bueno HDL. Estas grasas se encuentran en los aceites vegetales, los frutos secos y las semillas, y algunos ejemplos son las almendras, las nueces y el aguacate.

Sustituir las grasas sólidas por aceites líquidos en tu dieta puede reducir el riesgo de cardiopatías al mantener alto el colesterol bueno HDL y reducir los niveles perjudiciales de LDL.

Hidrogenación y grasas trans

Un proceso clave que difumina la línea entre grasas y aceites es la hidrogenación. Durante este proceso químico, se añade hidrógeno a las grasas insaturadas, convirtiéndolas en grasas saturadas o grasas trans para aumentar su duración y solidez.

Los aceites hidrogenados y las grasas trans son especialmente perjudiciales, ya que no sólo elevan el LDL, sino que también reducen el HDL, aumentando significativamente el riesgo de cardiopatías. Estas grasas suelen encontrarse en alimentos procesados, productos de panadería y frituras.

Aunque los aceites vegetales suelen ser más sanos, una vez hidrogenados pueden ser más peligrosos que las grasas animales naturales.

Función nutricional y almacenamiento de energía

La función principal tanto de las grasas como de los aceites es el almacenamiento de energía. El cuerpo utiliza las grasas como fuente concentrada de energía, aportando 9 calorías por gramo.

Aunque ambas formas desempeñan papeles en la producción hormonal, la salud celular y la función cerebral, su valor nutricional difiere según los tipos de grasas que contengan.

Los aceites se componen de grasas insaturadas, lo que los hace más favorables para consumir alimentos que favorezcan la salud a largo plazo. Las grasas contienen mayores cantidades de grasas saturadas, que deben consumirse en pequeñas cantidades como parte de una dieta equilibrada.

Incluir grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas, limitando al mismo tiempo las grasas saturadas y trans, puede ayudar a controlar la ingesta calórica total, mejorar los niveles de colesterol y reducir el riesgo de cardiopatías.

Usos culinarios e industriales

Por último, las grasas y los aceites difieren en su comportamiento durante la cocción. Las grasas que son sólidas son mejores para hornear, freír y crear texturas escamosas. Algunos ejemplos son la mantequilla y el aceite de coco.

Los aceites, por su naturaleza líquida a temperatura ambiente, son ideales para aliñar ensaladas, saltear y freír ligeramente. Los distintos aceites pueden contener varios tipos de grasas insaturadas, que pueden ser sensibles al calor, por lo que seleccionar el aceite o grasa adecuados para la tarea es crucial tanto para el sabor como para la seguridad general.

Conclusión

Entender la diferencia entre grasas y aceites es algo más que la textura o la temperatura. Implica una mirada más profunda a su estructura química, tipos de grasas, efectos sobre la salud y funciones en la nutrición y la cocina.

Elegir el tipo adecuado de grasa o aceite puede tener un profundo impacto en los niveles de colesterol, el riesgo de cardiopatías y el bienestar general. Sustituir las grasas saturadas y las grasas trans por alternativas insaturadas procedentes de aceites vegetales, frutos secos y semillas es un paso positivo hacia la salud cardiaca, sobre todo si se combina con una dieta equilibrada y un estilo de vida activo.

Preguntas frecuentes

¿Las grasas y los aceites son lo mismo?
No exactamente. Aunque ambos son lípidos, las grasas son sólidas a temperatura ambiente y los aceites son líquidos, debido principalmente a su composición en ácidos grasos.

¿Qué es más sano: las grasas o los aceites?
Los aceites, sobre todo los ricos en grasas insaturadas, suelen ser más sanos y ayudan a reducir el colesterol LDL y a aumentar el HDL.

¿Cuál es la función de la hidrogenación?
La hidrogenación convierte los aceites líquidos en grasas sólidas y puede producir grasas trans, perjudiciales para la salud del corazón.

¿Las grasas y los aceites aportan las mismas calorías?
Sí, ambos aportan 9 calorías por gramo, lo que los hace densos en calorías en comparación con las proteínas o los hidratos de carbono.

¿Puedo evitar completamente las grasas?
No. El cuerpo utiliza las grasas para funciones esenciales. Céntrate en las grasas saludables, como las monoinsaturadas y poliinsaturadas, de fuentes naturales.

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