7 diferencias clave entre la diabetes de tipo 1 y la de tipo 2
La diabetes es una enfermedad crónica que afecta al modo en que el organismo gestiona el azúcar, o glucosa, en sangre. Hay varios tipos de diabetes, pero los dos más comunes son la diabetes de tipo 1 y la de tipo 2. Aunque comparten síntomas y complicaciones similares, sus causas, tratamientos y la forma en que afectan al organismo son significativamente diferentes. Comprender la diferencia entre la diabetes de tipo 1 y la de tipo 2 es crucial para una educación, prevención y control adecuados de la diabetes.

- Redaction Team
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1. La Causa: Autoinmune frente a relacionada con el estilo de vida
Una de las diferencias más significativas entre la diabetes de tipo 1 y la de tipo 2 radica en lo que causa la diabetes en primer lugar.
La diabetes tipo 1 es una enfermedad autoinmune. El sistema inmunitario ataca por error y destruye las células beta productoras de insulina del páncreas. Este proceso impide que el organismo pueda producir insulina, que es esencial para regular el azúcar en sangre. Aunque todavía se desconocen las causas exactas de la diabetes de tipo 1, los factores genéticos y ambientales, como los virus, pueden desempeñar un papel.
En cambio, en la diabetes de tipo 2 influyen mucho el estilo de vida y la predisposición genética. El organismo se vuelve resistente a la insulina o no produce suficiente insulina para mantener unos niveles normales de glucosa. Factores como el sobrepeso, el sedentarismo y una dieta inadecuada contribuyen en gran medida a causar la diabetes de tipo 2. Esta forma de diabetes suele desarrollarse gradualmente con el tiempo.
2. Edad de inicio: Infancia vs. Edad adulta
El tipo de diabetes también puede distinguirse por la edad a la que suele desarrollarse.
La diabetes tipo 1 suele diagnosticarse en niños, adolescentes o adultos jóvenes, por lo que a veces se denomina “diabetes juvenil”. Sin embargo, la diabetes tipo 1 puede desarrollarse a cualquier edad, incluso en adultos.
La diabetes de tipo 2, en cambio, suele desarrollarse más tarde en la vida, a menudo después de los 40 años. Sin embargo, con el aumento de la obesidad infantil, ahora también se diagnostica diabetes de tipo 2 a más jóvenes.
3. Producción y uso de la insulina
La capacidad de producir y utilizar insulina es una diferencia definitoria en la diabetes de tipo 1 frente a la de tipo 2.
Las personas con diabetes tipo 1 no pueden producir insulina en absoluto. Debido a la destrucción autoinmune de las células beta, las personas con diabetes tipo 1 deben administrarse insulina diariamente, ya sea mediante inyecciones o una bomba de insulina, para sobrevivir.
En la diabetes de tipo 2, el páncreas sigue produciendo insulina, pero el organismo se vuelve resistente a ella o no produce suficiente. Las personas con diabetes de tipo 2 pueden controlar inicialmente la enfermedad con dieta, ejercicio y medicación oral. Con el tiempo, algunas pueden necesitar insulina a medida que la enfermedad progresa.
4. Síntomas y velocidad de aparición
Los síntomas de la diabetes tipo 1 y tipo 2 pueden solaparse, pero hay algunas distinciones importantes.
Los síntomas de la diabetes tipo 1 tienden a desarrollarse rápidamente, a menudo en el transcurso de unas pocas semanas. Pueden incluir aumento de la sed, micción frecuente, pérdida de peso inexplicable, fatiga extrema y visión borrosa.
Los síntomas de la diabetes tipo 2, en cambio, pueden desarrollarse más lentamente y a menudo son sutiles en las primeras fases. Por ello, muchas personas pueden no darse cuenta de que tienen diabetes de tipo 2 hasta que aparecen complicaciones. Los síntomas incluyen aumento del hambre, curación lenta de las heridas y hormigueo en las manos o los pies.
Saber diagnosticar precozmente la diabetes puede salvar vidas. Los análisis de sangre que miden los niveles de glucosa, como la A1C, la glucosa plasmática en ayunas y la prueba de tolerancia oral a la glucosa, se utilizan habitualmente para diagnosticar la diabetes de tipo 1 o de tipo 2.
5. Estrategias de tratamiento
El tratamiento de la diabetes de tipo 1 y de tipo 2 varía en función de las causas subyacentes.
La diabetes tipo 1 requiere una terapia de insulina de por vida. Las personas deben controlar sus niveles de azúcar en sangre a lo largo del día, utilizar inyecciones o bombas de insulina y equilibrar la ingesta de hidratos de carbono con la actividad física.
La diabetes de tipo 2 puede controlarse a menudo mediante cambios en el estilo de vida, como una dieta sana, ejercicio regular y pérdida de peso. Cuando los cambios en el estilo de vida no son suficientes, las personas con diabetes tipo 2 pueden necesitar medicamentos orales o insulina. Tratar la diabetes de tipo 2 modificando el estilo de vida puede retrasar o prevenir las complicaciones y, a veces, incluso revertir la enfermedad en sus fases iniciales.
6. Factores de riesgo y prevención
Los factores de riesgo para el tipo 1 y los factores de riesgo para el tipo 2 difieren significativamente.
La diabetes de tipo 1 no se puede prevenir. Los factores de riesgo de la tipo 1 incluyen la predisposición genética y ciertos desencadenantes ambientales. Las personas con antecedentes familiares de diabetes de tipo 1 tienen mayor riesgo, pero la mayoría de las personas diagnosticadas no tienen antecedentes familiares.
La diabetes de tipo 2, en cambio, está fuertemente asociada a factores modificables. El riesgo de desarrollar diabetes de tipo 2 aumenta con la edad, la obesidad, la mala alimentación y la falta de actividad física. También corren mayor riesgo las personas con antecedentes familiares de diabetes y ciertos grupos étnicos. Afortunadamente, la diabetes tipo 2 puede prevenirse o retrasarse con una intervención precoz y elecciones de estilo de vida saludables.
7. Pronóstico a largo plazo y complicaciones
Ambos tipos de diabetes son enfermedades crónicas, pero sus efectos a largo plazo y su tratamiento difieren.
Las personas con diabetes tipo 1 deben controlar cuidadosamente su enfermedad para evitar complicaciones como enfermedades cardiovasculares, lesiones nerviosas e insuficiencia renal. Un cuidado constante de la diabetes y la educación diabetológica son cruciales para mantener una buena calidad de vida.
Las personas con diabetes de tipo 2 también corren el riesgo de sufrir complicaciones diabéticas graves si la enfermedad se controla mal. Entre ellas están la pérdida de visión, las amputaciones e incluso la muerte. Sin embargo, con un diagnóstico precoz y un tratamiento eficaz, muchas personas con diabetes tipo 2 llevan una vida larga y sana.
También es importante tener en cuenta la afección conocida como diabetes autoinmune latente del adulto (LADA), que comparte características tanto de la diabetes de tipo 1 como de la de tipo 2. A veces denominada tipo 1,5, la LADA es una forma autoinmune de diabetes que se desarrolla más tarde en la vida y a menudo se diagnostica erróneamente como tipo 2.
Conclusión
La diferencia entre la diabetes de tipo 1 y la de tipo 2 va mucho más allá de la edad del diagnóstico o la dependencia de la insulina. Son dos formas de diabetes con causas, factores de riesgo, síntomas y enfoques de tratamiento distintos. Comprender las diferencias clave ayuda a pacientes, cuidadores y profesionales sanitarios a mejorar la educación diabética y las estrategias de control.
Tanto si intentas diagnosticar la diabetes como controlar tu enfermedad o apoyar a alguien que vive con diabetes, es fundamental que conozcas la diferencia entre un diagnóstico de tipo 1 y de tipo 2. Consulta siempre a un profesional sanitario para que te haga pruebas, te asesore y te ofrezca planes de atención personalizados adaptados al tipo de diabetes que tengas.